Una noche de pasión

Dicen que para conquistar a una mujer, se requiere tener "iniciativa"para acercarse a ella. Lo demás solito fluye, pero para que fluya es importante ser cauteloso. Aquí hay de dos: 1 O te le acercas. 2 O huyes. Yo soy de los que se acercan con cautela. Mientras el barman servía en la barra, estaba ella e iba vestida con un vestido corto y con zapatillas altas. Me le acerque con cautela, si iba algo nervioso pero sabía que valía la pena. Me preguntó. Ella: Hola!!! ¿Cómo te llamas?. Yo: ( con esa pregunta ya sabía yo que la magia si fluye). - Hola, me llamo Fernando. Ella: Mi nombre es Esmeralda. Yo: ( Y valla que le quedaba el nombre porque sus ojos eran de ese color). - Tienes un nombre muy bonito. Ella: Tu como eres, de los que se comprometen o de los que buscan pasar el rato?. Yo: Soy de los que buscan pasar el rato, es decir tener una aventura sin comprometerse. Ella: Me gusta que seas así, sincero y honesto. Yo: Y ami me gustas mucho. Ella: Tu ami también. Que te parece si vamos a un lugar más cómodo y tranquilo?. Yo: Me parece perfecto. Como todo un caballero pedí la cuenta y pague. No era necesario preguntar cuál era el lugar cómodo y tranquilo, mi instinto de hombre sabía cuál era (su departamento). Cuando llegamos, ya había velas por toda la casa y pétalos de rosa tirados en el piso. Ella: Y que te parece?. Yo: Está todo lindo, como para una noche de pasión. Ella: Ponte cómodo, iré por el vino y las fresas en la cocina. Cuando llegó, la bese y ella correspondió a mis besos. Le empecé a desabrochar su vestido y ella desabotonandome la camisa y el pantalón. Me abalanzó a la cama y empezamos a follar, sus piernas sobre mi cadera y mis manos en su cuerpo. La cama ardiendo y nosotros jadeando, su recamara un horno de placer. Para que haya sucedido eso: es porque el vino y las fresas ya habían hecho efecto en nuestros líbidos, la sangre fluyó de una manera inexplicable y fue la mejor noche de mi vida. A la mañana siguiente, el reloj marco las 10:30 A.M, me metí a bañar y ella dormía profundamente y completamente desnuda. Salí de la regadera, me vestí y fui a la cocina a prepararle su desayuno con una nota que decía: "Estuvo buenísimo guapa, te dejo el desayuno y espero lo disfrutes". - Fernando. Ni me despedí de ella, porque no quería despertarla y además dormía profundamente y tranquilamente. Ame esa noche y ame estar con ella.

- Andy Pau